Todo lo que debe saber una embarazada antes de emprender un viaje en avión
Muchas son las dudas que se generan en las mujeres durante el embarazo. Y el momento de definir destino y forma de movilizarse durante las vacaciones suele causarles mucho estrés. Esta son las principales recomendaciones para subirse a un avión.
Viajar en avión embarazada no tiene contraindicaciones; el riesgo es que ocurra algún imprevisto estando lejos, se deben descartar destinos que sean muy calurosos o demasiado fríos. Cuando el avión es la alternativa que se impone, hay una serie de cuidados que una mujer debe tener en cuenta para evitar complicaciones en el embarazo.
Una de ellas es contar con permiso médico y no permanecer sentada largo tiempo, sino caminar cada dos horas para favorecer la circulación de la sangre, es recomendable usar medias de compresión para las piernas, beber agua en abundancia y colocar el cinturón de seguridad por la parte baja de la pelvis.
Además de eso se debe tener en cuanta algo antes de comenzar un viaje, es fundamental consultar la disponibilidad y la calidad de la atención médica y tener la ubicación de los hospitales de la zona, sobre todo en los casos que el embarazo ya está avanzado.
En los momentos en que la tripulación lo permita, es recomendable desabrocharse el cinturón de seguridad, también se debe tener en cuenta que en ocasiones hay límites para dejar una embarazada viajar como, por ejemplo, a los Estados Unidos es de 28 o 30 semanas, es porque los seguros cubren hasta ese momento la atención por guardia para una embarazada. Ninguno cubre el nacimiento.
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Los riesgos que existen al momento de un viaje largo es por estar mucho tiempo sentada sin caminar, sobre todo en mujeres que presentan antecedentes de trombosis o diagnósticos de trombofilia por el riesgo de que se forme algún trombo en las venas de las piernas o un tromboembolismo.
No quiere decir que volar vaya a generar alguna situación en particular, sino que la recomendación es que cuanto antes sea el viaje menos semanas de embarazo se tenga mejor con el fin de evitar cualquier complicación que pueda pasar, y que la paciente esté destinada a tener, más allá del viaje (es decir no es por el avión sino que iba a suceder de todos modos).
Se debe de armar un pequeño botiquín con los medicamentos básicos que todas las embarazadas pueden requerir. Así mismo siempre se deben llevar todos los estudios, para tener los últimos laboratorios, las ecografías, por si llegara a requerir algún tipo de atención.
La mejor edad gestacional para viajar es la semana 24, puesto que en el primer trimestre no se aconseja viajar, no porque no se pueda, sino porque es todavía época de riesgo de pérdida espontánea de un embarazo.
En la medida de lo posible no se aconseja volar después de las 37 semanas porque es ahí donde se cumple el término. Para evitar mayor riesgo de que se desencadene el trabajo de parto en el avión. Asimismo, el médico no autoriza que se produzca ese nacimiento afuera. Más allá de un tema legal es porque al final del embarazo se podrían presentar algunas otras complicaciones.
También se debe tener en cuenta elegir asientos cercanos a los baños, así como aquellos que estén más cerca del pasillo para que sea más fácil salir sin molestar a los otros pasajeros.
Además, la ropa debe ser cómoda y holgada, ya que no comprime ninguna parte del cuerpo y facilita los movimientos. Los vuelos largos también pueden provocar una hinchazón de los pies por lo que el calzado debe ser amplio y hasta de una talla mayor a la habitual.
Es recomendable, que se elijan viajes que no superen las seis horas ya que dependiendo del trimestre más tiempo puede llegar a ser contraproducente. También el equipaje debe ser ligero, para evitar así levantar mucho peso.
Fuente: https://www.infobae.com/salud/2017/11/30/todo-lo-que-debe-saber-una-embarazada-antes-de-emprender-un-viaje-en-avion/