El papiloma virus se alimenta del estrés y la depresión
El estrés y la depresión juegan un papel muy importante cuando una mujer con el virus del papiloma humano (VPH) o papilomavirus quieres que desaparezca o no la infección. Esto quedó demostrado tras un estudio realizado en el “Pediatric Academic Societies”. Cuando el VPH persiste en el organismo de la mujer con el tiempo puede desarrollarse un cáncer de cuello uterino.
Este estudio fue llamado “El estrés psicosocial, de las conductas inapropiadas y de persistencia del VPH se evaluó a un grupo de 333 mujeres las cuales los investigadores comenzaron a realizarle seguimientos desde 2000, ellas tenían en promedio 19 años de edad cuando se inscribieron al estudio en el cual se realizaban recogidas de muestras para la prueba del papilomavirus cada 6 meses.
En el año 2011 cuando las mujeres tenían cerca de 28 años, estas participantes completaron un cuestionario en el cual se les preguntaba acerca de la cantidad de estrés que tenían y como lograban controlarlo y si se encontraban deprimidas y de acuerdo a las respuestas los científicos compararon el hecho de que las mujeres que tenían una persistencia del VPH o papilomavirus lo que significa que daban positivo todavía para el virus o si este se había eliminado, puesto que el sistema inmunológico a menudo suele luchar contra el virus durante un par de años de exposición, según los investigadores.
Las mujeres que tenían conductas autodestructivas como beber, fumar cigarrillos o consumir drogas cuando estaban estresadas, eran más propensas a desarrollar la una infección activa por VPH.
Los investigadores lograron vincular que cuando se tiene mucho estrés psicosocial tiene efectos negativos para la salud. Estudios realizados anteriormente han demostrado que puede conducir un mayor número de brotes del virus del herpes en las personas infectadas.
Una de las teorías es que el estrés pueda estar vinculado con respuestas inmunes anormales, esta idea ha sido apoyada por hallazgos nuevos. Los autores planean más estudios para lograr determinar si los marcadores de inflamación del cuello uterino están ligados al estrés.