Disfunción Eréctil
Disfunción Eréctil
La impotencia sexual masculina también llamada disfunción eréctil es la incapacidad de conseguir o mantener una erección lo cual no permite tener una relación sexual satisfactoria.
Es importante saber diferenciarla con otros problemas sexuales, como la falta de deseo, las alteraciones de la eyaculación como: Eyaculación prematura, eyaculación retrasada, ausencia de eyaculación o los trastornos que tiene que ver con el orgasmo.
La impotencia o disfunción eréctil es una enfermedad frecuente que de no ser tratada afecta las relaciones con la pareja, la familia, el entorno laboral y social. Los factores que influyen para no tener erecciones es cuando hay cansancio, estrés, alguna enfermedad grave o están bajo los efectos del alcohol y las drogas.
La impotencia o disfunción eréctil puede originarse por 3 causas principales que son:
La psicológica
Es en la cual el pene no presenta ninguna alteración física, sin embargo, enfermedades como la ansiedad provocada con frecuencia por el miedo a no conseguir una erección o a defraudar a la mujer, la depresión, los problemas con la pareja e incluso el estrés pueden afectar al acto sexual como tal.
La preocupación excesiva por los problemas laborales, sociales o familiares implican que no se le preste la atención necesaria a las relación sexual. La fatiga, la inapetencia, la falta de ejercicio, el insomnio o un fracaso laboral también desequilibran los reflejos sexuales.
Las vasculares
Es muy habitual, ya que el pene no logra acumular la sangre necesaria para provocar la erección, generalmente porque no llega en suficiente cantidad. También por fumar, la hipertensión arterial, la diabetes, algunas enfermedades cardiacas y aumento en los niveles de colesterol en sangre pueden provocar trastornos vasculares que dificulten la erección.
Las neurológicas
En estos casos se produce una interrupción en la transferencia de mensajes del cerebro al pene porque existe una lesión en los nervios implicados. Esto ocurre cuando hay alguna lesión en la médula espinal, la esclerosis múltiple o tras algunas intervenciones quirúrgicas en la pelvis.
En casos poco comunes, puede ser por la falta de hormonas masculinas en el cuerpo o por la toma de algunos medicamentos los cuales tiene como efecto secundario disminuir la capacidad de tener una erección, entre ellos están los de la hipertensión, enfermedades cardiacas y trastornos psiquiátricos.
Las causas hormonales son poco frecuentes. Generalmente se deben a una falta de hormonas sexuales masculinas.